Ciertamente, al leer textos como » ¿Para qué sirve la comunicación?«, de José Saramago, «¿Internet y yo?«, de Kenzaburo Oé y «la nueva economía» de Ignacio Ramonet, se destruye todo cuando Internet se presentaba como la revolución comunicacional más asombrosa de los últimos tiempos. Sin embargo, es dificil no pensar que la anacrónica diferencia de los autores con el avance tecnológico ha dejado un espacio infranqueable entre el romanticismo de la vieja escuela literaria y los impensados límites de lo digital.
Estos tres reconocidos autores, dejan ver una profunda paranoía ante la nueva forma de comunicar, la cual es algo tan natural para las generaciones de los 90 y 2000, y sobre todo para los denominados «nativos digitales«, que tal vez no le hemos tomado el peso a lo que significa. Pues, tal vez, «Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Sólo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla», como dice Saramago.
La verdad es que sí, Internet tiene algunos defectos, como por ejemplo la comodidad que nos genera hacer todo desde el PC, incluso relacionarnos con nuestros pares, pero y qué, ¿Acaso no fomentamos también las relaciones sociales a través de la web? y es más ¿No se generan importantes contactos laborales mediante las redes sociales existentes? 
Quizás la comunicación a través de las plataformas virtuales, no sea tan romántica como los Fax, como lo plantea el señor Oé, pero detrás del simple hecho de enviar un millón de información, suena maravilloso. Sí, estoy de acuerdo con él en que Internet ha generado nuevos códigos del lenguaje, lo que sería muy interesante de estudiar. En este sentido, la comunicación digital, no nos ha quitado el viejo lenguaje, sino que nos ha enriquecido con herramientas que facilitan el contacto masivo.
No creo que Web esté ocultando un mounstruo que va a salir a la luz en cualquier momento, ni tampoco que se está gestando una especie de totalitarismo virtual ni que se esté tratando de reemplazar el cerebro humano, como argumenta Ramonet. Simplemente pienso que las nuevas tecnologías que nos ofrece Internet hoy en día, nos ha ampliado la gama de expresión con la que contabamos hasta su descubrimiento. Si esto es difícil de entender por los más rústicos pensadores, quiere que no comprenden un fenomeno social que ha llegado a instalarse con fuerza dentro de las comunidades con el fin de hacer más fácil la vida y de tener acceso a una conectividad global.
Y aquí vamos... 